Saltar al contenido

Si pienso en el desierto y en sus dunas
imagino tus formas indiscretas,
destinadas a saciar, pecaminosas,
el apetito de mis manos indecentes.
Pliegues de carne, angostos precipicios,
cascadas de gozo recorren tu avenida.
Decidí vivir allí, feliz y agazapado
a la sombra de tus muslos espumosos.
Bajo la suave pendiente de tu espalda
he creado una nación impetuosa
donde la noche renace a cada instante.
Desplazarse arriba